martes, 20 de julio de 2010

Tinte

Quizás todavia no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos. Es que en una de esas la distancia no se hizo presente, disfrazada de idealización, ayudada por la auto-censura de quien quería meterse en mi mente, seleccionando qué palabras decir para hacer mayor mella en mí. Vos simplemente, vertical y suave, te metiste en mi mente.
Los colectivos, como en cada punto del planeta donde la empatía no exista, van a hacerse los boludos y a seguir de largo en nuestra parada, solo porque nos demoramos un segundo en abordar al estar contemplándonos. Yo, hoy con la certeza de que el pasar de largo de un millar de colectivos no condicionarán los rumbos o destinos de mis querencias, eligiría siempre quedarme a pie con vos. Porque coordinan esos pies al caminar, lo habrás visto en mañanas de perros con chalecos para el invierno. Quizás todavia no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos, pero ahondando en la cajonera debo decir que aquellos personajes que sí creé, sugeridos por circunstancias que hoy se me antojan ilusorias, esos personajes, ya han cambiado. Los maté, o los muté. Los convertí en personas diferentes a mí mismo, o a la musa en cuestión (sin duda, la cuestiono) y tal vez hoy en día hasta sonrío un poco cuando visualizo las situaciones que han de atravesar, con esa cabecita de playmobile que solía ser la mía, reemplazada por la de quien hoy en día la acompañe, sabiendo por mi cuenta quién me acompaña y como a su lado lo anterior se empaña.
Un dia no descarto soñar que aparezcas en mi puerta como una ninja de lana, para que nos esfumemos entre el humo y cortemos medio mundo con el filo de tu katana. Jaja, "tukatana".
Si a la noche muerdo y castañeteo, no es con la intención de perturbar tu sueño. Creo que es probable que te esté diciendo en código morse un poquito de lo tanto que te quiero. Y sí, tartamudeo, que quizás todavía no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos, pero hacerlo me quitaría el tiempo de mirarte y co-protagonizar la real. El tiempo que no tuve antes. Si todavía no me he puesto a escribir, será tal vez porque en otras ocasiones lo único que tenía eran letras que me quedasen para estrechar. Quizás todavía no me puesto a escribir, al menos con letras, porque en un principio entendí y me hizo sonreír: Vos sos la historia.

1 comentario:

Malena dijo...

No sé, pero vos tenés pestañas que me tapan del sol cuando no me deja ver.