miércoles, 25 de agosto de 2010

Chasis

Si te matan, hacete el dormido. Solo quieren tu chasis.
Huelen, siguen, te huelen y siguen
Pican con un palo y se van.
Si te matan, hacete el vivo. Solo quieren tu chasis.
Regalales tus manos, extorsiona con tu halo
Sus marotes huecos se conformarán

Pájaro, ve al árbol a decirle al gato que hay un nido de osos
que comen tortas en el árbol donde ha ido el pájaro a decirle al
gato que hay un nido de osos come-torta, y yo

Cuando me maten, dormiré mintiendo. Solo quieren mi chasis.
Huelen, siguen, me huelen, siguen
Pican con un palo y se van.

Al árbol a decirle al gato que hay un nido de osos
que comen tortas en el árbol donde ha ido el pájaro
a decirle al gato que hay un nido de osos come-torta, y yo

Antes de entregar mi chasis, prefiero claudicar renunciando a morir.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Reparto

Martín se afeita y sólo se corta tres veces, lo que para él viene a ser un gran progreso, y por primera vez logra eliminar esos pocos pelitos solitarios que la afeitadora no logra alcanzar generalmente a causa de su cara que es tan huesuda, por lo que su padre Blas le había dicho que tenía que poner expresiones raras e inflar los cachetes para deformarse durante la afeitada y así alcanzar todas las áreas difíciles, pero él se juntaba con su amigo Roberto que simplemente le llenaba la cabeza con la idea de demandar a Gilette, a todo esto, quien mas temprano le había vendido los repuestos para la maquinita desde atrás del mostrador en un Farmacity había sido Gastón, que mas tarde al salir iba a poner en la caja los 17 mangos con 50 que salía el complejo vitamínico efervescente que probablemente lo mantuviese un poco más elevado de defensas durante los próximos dias, si bien pensaba que no le agradaba para nada que esa vitamina C de naranja lo hacía eructar demasiado, y en eso estaba su mente cuando Rodrigo, el guardia de seguridad de la puerta le pregunta de manera amistosa si había pagado el producto que se estaba llevando, que no lo haga tener que romperle el marulo eh, todo esto dicho en tono jocoso (había buena atmósfera en ese Farmacity) mientras compartía risas no del todo forzadas con Vicky, la compañera de mostrador de Gastón, que todavía se tiene que quedar un par de horas más viendo pasar los bocaditos Cabsha, desodorantes, y profilácticos de gente que paga y se va, comiendo chocolate en el camino hacia donde tenga que ir, a liberar a sus sobacos del olor a chivo y a tener sexo seguro, pero no todo junto porque hablamos -en este caso- de diferentes personas, cuyos nombres nunca retendrá por más que se los digan, ya que no deja de fantasear con el mundano escenario que es llegar a su casa y jugar a la Playstation con su hermana Cintia, que seguro ya está enviciándose sin ella (desde hace 2 horas y 36 minutos de hecho) aplacando con cada cuadrado, cada X, cada círculo y cada triángulo aquellos pensamientos agotadores y dudas sobre su sexualidad que venía teniendo ultimamente, sobre todo desde que le dio calor la otra noche, cuando Marcela le acomodó el flequillo y la agarró totalmente desprevenida sin saber que algo podía subirle de esa manera por el simple roce de la mano pálida de una compañera de cátedra, con la cual dicho sea de paso no hay chances de hacer que nada prospere y es por eso que considera que todo va a estar controlado, o por lo menos por debajo de la superficie mientras continúe metiéndole goles al Wolfsburgo tras las gambetas de Ribery, jugador del Bayern Munich (equipo que ella siempre usa) y que hace poco tuvo un escándalo sexual que tambien implicó a su compañero de selección Karim Benzema con una prostituta menor de edad, cuyas fotos han estado circulando por internet desde hace ya un buen tiempo para ir a parar a la computadora de Santiago, que vive sobre la calle Nazca, opina que los pingüinos son un animal adorable, y le dedicó mas de una a las fotos, tanto cerca como lejos de la pantalla, la última interrumpida por la llamada telefónica de su tío Javier, con el que rara vez se comunicaba, pero esta vez lo había llamado porque necesitaba el pisito de goma que se pone debajo de las bolsas de dormir, uno que un amigo se había dejado en la casa de Santiago (y aunque siempre va, se olvida de llevárselo nuevamente) por lo cual ahora sería utilizado por Javier en un breve viaje a Mendoza porque Boca juega contra Godoy Cruz en la primer fecha del campeonato, y es tan bostero Javier, pero tan bostero, es de esos bosteros que dicen "Que hacés, papá" pero creen que los interlocutores, irónicamente, son sus hijos, y ultimamente estos viajecitos al interior le estaban rebalsando un poco el vaso a su mujer, Verónica, que se queda planeando fines de semana en su casa enquilombada y destinada a así seguir por la inexistente colaboración del macho alfa que la tiene en el tercer puesto de sus prioridades debajo de "la vieja" y ya se imaginarán cual es la primera, por eso ya no le daba ni un ápice de vergüenza admitir para si misma que se estaba empezando a ver muy atraída por Oscar, el profesor de pintura de su hijo, quien tenía una fijación con la figura de la teta (el profesor, no el hijo de Verónica) y simplemente no cesaba de pintar tetas, a todo lo que sus alumnos le traían hecho, él le agregaba con suma delicadeza una teta en algún lado, de hecho el hijo del profesor, Matías, había invitado a su amigo Eugenio un día a la casa, donde las clases de pintura se llevaban a cabo, y éste al ver cómo las tetas brotaban de las paredes, inmaculadas y firmes en los cuadros colgados por doquier, solo atinó a esbozar embobado la palabra "teeeetas.." y luego le contó a su hermano José que si estaba considerando acudir a un profesor de pintura para acompañar sus innegables cualidades naturales, que piense en el padre de su amigo, lo cual lógicamente José masticó para sus adentros con la apesadumbrada certeza de que su padre Abel, un rígido abogado allegado a incontables ex-militares a los cuales supo defender, le iría a denegar el acceso a la práctica del sutil arte de la pintura, el cual era en su criterio -que necesitaba de un paleontólogo para venir a desenterrarlo- algo "raro" por no decir simplemente "de maricones", y era por eso que viéndose venir la predilección de su primogénito por tales actividades mariposonas, había optado por hacer que viera a una psicopedagoga: Valeria, una chica joven que no tan secretamente sentía mucha pena por este chico cuyos problemas estaban clarísimos: necesitaría vivir en otra casa si fuese posible, y era por eso que simplemente convertía sus encuentros con él en aquellas clases de pintura que José no estaba autorizado a meter en su itinerario, lo dejaba pintar y dibujar de forma libre solo para hacerlo sentir que en ese cuartito gris, compacto y ubicado arriba de un local de ropa para niños menores de 7 años, completamente diseñado para inspirar desgano a quien lo visite, él tenía su propio mundo en el cual además, sus obras eran retenidas -para que el padre de José no las encontrase en su casa- por Valeria, quien a veces se las llevaba a su amiga Lorena para que viese lo que hacía este chico tan fascinante, por el cual sentía un enorme apego y empatía hasta el punto de por momentos querer llevárselo muy lejos, lo cual sinceramente Lorena se temía, anticipándose a los hechos y sin desconocer la naturaleza un poco inestable de su amiga, que ya en ocasiones había abandonado lo que fuera que estuviese haciendo por cualquier boludo que se despachase con un par de acordes en una guitarra, como ese Nacho que tocaba en una banda de hardcore melódico (solo melódico, no vaya a ser que se expandiesen un poco y abarcaran tambien OTRAS clases de hardcore) que en su momento la hizo pelearse con medio mundo porque la absorbió completamente, y al final la terminó largando por una pendejita de zona sur, Martina, que los iba a ver tocar y se veía especialmente electrocutada por los rayos de tensión sexual y lechosidad hardcore que los integrantes de la banda, exclusivamente formada para ganar minitas según muchos creen, lanzaban desde sus entrepiernas, y que una vez que encontraron otros rumbos musicales (o simplemente rumbos para la vida) dejaron al proyecto en la nada y a Martina más grande que antes, para ahora tras haber evolucionado levemente, salir con otro músico: Pablo, que al menos es uno que toca en un proyecto más "serio" y que solo concibe al arte, al arte del rock por lo menos, como algo que no puede salir de la ya tan visitada noción Spinettiana de la poesía, la cual lógicamente siempre sirve para sacar la chapa de superioridad ante los imitadores de un Calamaro, pero no por eso absuelve o eleva a nadie, y casualmente Nicolás, que esta noche comparte una fecha con ésta banda y con otra más, adhiere totalmente a las ideas sobre los perfiles musicales antes detallados, pero si bien se hará mala sangre más tarde ante la gomosidad de las bandas que lo sucedan, tiene otros chaparrones en su cabeza de momento ya que viene de desayunarse hace poco con la información de que su ahora ex novia, Lisa, a la cual le gritó indignado "Chimichurri te dicen a vos, siempre arriba de algún chorizo" lo estaba cagando con uno de los compañeros de su banda de hasta hace poco tiempo, suceso que lo había convertido (en su opinión, para siempre) en solista, pero de repente Jerónimo, que se le acerca súbitamente y no puede creer que se lo encuentra después de tanto tiempo, ya dentro del antro mohoso en el cual van a retumbar las sarcásticamente coloridas canciones del primero, le comenta que no sabía que andaba tocando solo, que qué casualidad y alegría verlo, que espera con ansias escuchar su música, que mas adelante se deberían juntar a hacer algo, y que lo deja por unos minutos para ir a hablar con Ivana, una ex suya que casualmente está de novia ahora con uno de los músicos (Franco) de la tercera banda de la noche, y que en un momento, mientras su novio sigue tocando e imaginando ser un dios de los parches, se llevará a su escuálido ex al baño de mujeres, que es estadísticamente el menos concurrido en dicho antro, para ponerse de rodillas frente a él y reencontrarse de la manera más fervorosa, tibia, perfeccionada tras algún par de años de distancia entre los dos (y práctica), carente del roce de los dientes y escrita para finalizar alegremente, tras lo cual el área del recinto en la cual los oyentes se amuchan, los volverá a recibir con las bandas ya descendidas del escenario y con Franco acogotando en un intento de abrazo de celebración y auto-felicitación por el rock brindado a su brevemente extraviada novia, a la cual besó frente a los ojos de Irene, que estaba parada cerca de ellos pero no era allegada de ninguno de los personajes, tan solo había estado lo suficientemente atenta como para observar la ilegal escapada de los otros dos al baño del lugar, y lo bastante fértil de imaginación como para llegar a la hilarante conclusión de que un músico goma acababa de besar a la novia en una boca que tenía grandes y ciertas probabilidades de, instantes antes, haber recibido millones de pibes crudos ajenos, situación que Irene seguro le contaría a su mejor amiga Ana, quien está triste desde hace un tiempo porque no puede creer que está viviendo en un mundo por el que ya no camina Michael Jackson, que tiene la teoría de que el semen tiene sabor a papa y además de que seguramente encontraría la historia graciosa, acordaría en que a la vez no era un mal castigo el recibido por el baterista, porque según le contarían, en ningún momento durante el show el susodicho notó que su novia estaba desaparecida, ya que se había concentrado principalmente en los atributos de Sol, una fotógrafa que lo violaba con su zoom a unos metros de distancia, y que terminará siendo solo una pequeña parte de la anécdota que llegue a ella, y un punto de la misma que se pierda entre los datos menores al contársela a un próximo sujeto, tal vez Martín, con el que va a encontrarse en un rato, y quien acaba de terminar de afeitarse satisfactoriamente.

martes, 3 de agosto de 2010

La Balada de Gustavo Bou

Entiendo que tus manos suden al momento de recibir la llave de todo, y erres al tratar de atinarle a la cerradura. En mis libros acerca de los sueños dice que soñar con girar llaves en cerrojos presagia encuentros sexuales, y por esto es que oníricamente hablando al menos, vos no mojás. No hay tatán-tatán, ni hay TATATATATA GOOOL. A veces tengo una manija que me permitiría abrir las puertas al reino de Narnia, pero simplemente no sería divertido ir en soledad.
No se, no se realmente quién te hace creer que todos nosotros (los otros) sí tenemos madre. No desesperes, hay un vientre sagrado para vos, así como los juegos de rol, o los discos de Leonard Cohen, o la serie Lost puede serlo para otros individuos. Siento que tal vez hay algo más para vos mas allá, un refugio de cuero, en forma de última oportunidad, al fondo del túnel de humo y escapadas nocturnas, sentado en el caparazón de una Tortuga que corre a toda velocidad y se lleva todo por delante en su camino. Yo no soy el más árido de los pensadores, creo en la gracia, creo en la belleza. Sabrán que soy ofensivo cuando acumule creadores de juego, y sabrán que soy un estúpido cuando acumule delanteros. Pero vos, de qué jugás? ¿De Volante o de Punta? De queeeeeeé jugaaaaaaaás, de Volaaante o de Puuuuntaaaaaa?

martes, 20 de julio de 2010

Tinte

Quizás todavia no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos. Es que en una de esas la distancia no se hizo presente, disfrazada de idealización, ayudada por la auto-censura de quien quería meterse en mi mente, seleccionando qué palabras decir para hacer mayor mella en mí. Vos simplemente, vertical y suave, te metiste en mi mente.
Los colectivos, como en cada punto del planeta donde la empatía no exista, van a hacerse los boludos y a seguir de largo en nuestra parada, solo porque nos demoramos un segundo en abordar al estar contemplándonos. Yo, hoy con la certeza de que el pasar de largo de un millar de colectivos no condicionarán los rumbos o destinos de mis querencias, eligiría siempre quedarme a pie con vos. Porque coordinan esos pies al caminar, lo habrás visto en mañanas de perros con chalecos para el invierno. Quizás todavia no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos, pero ahondando en la cajonera debo decir que aquellos personajes que sí creé, sugeridos por circunstancias que hoy se me antojan ilusorias, esos personajes, ya han cambiado. Los maté, o los muté. Los convertí en personas diferentes a mí mismo, o a la musa en cuestión (sin duda, la cuestiono) y tal vez hoy en día hasta sonrío un poco cuando visualizo las situaciones que han de atravesar, con esa cabecita de playmobile que solía ser la mía, reemplazada por la de quien hoy en día la acompañe, sabiendo por mi cuenta quién me acompaña y como a su lado lo anterior se empaña.
Un dia no descarto soñar que aparezcas en mi puerta como una ninja de lana, para que nos esfumemos entre el humo y cortemos medio mundo con el filo de tu katana. Jaja, "tukatana".
Si a la noche muerdo y castañeteo, no es con la intención de perturbar tu sueño. Creo que es probable que te esté diciendo en código morse un poquito de lo tanto que te quiero. Y sí, tartamudeo, que quizás todavía no me he puesto a escribir historias con un tinte épico que hablen de vos, pero hacerlo me quitaría el tiempo de mirarte y co-protagonizar la real. El tiempo que no tuve antes. Si todavía no me he puesto a escribir, será tal vez porque en otras ocasiones lo único que tenía eran letras que me quedasen para estrechar. Quizás todavía no me puesto a escribir, al menos con letras, porque en un principio entendí y me hizo sonreír: Vos sos la historia.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La de las mudanzas a.k.a "Ciudad Chiquita"

Esta es una ciudad chiquita, en tres cuadras comprimida
por las prensas de tu ausencia, representadas por manos frías
Si encuentro una corchea por la calle y le pregunto, apuesto a que te ubica
o que pasó un verano en el espacio entre tu boca y la de algún otro Walter.

Cuando voy camino a la cancha ya no veo en el balcón la hamaca
paraguaya, tu amiga se habrá mudado adonde el eco de los conciertos caiga
En los diarios leo obituarios de la parálisis que tuve a tu lado, y ya me he recuperado
pero vos no verás los resultados
Desempaño la mirilla de la puerta principal de tu casa nueva
y no te alarmes si me rescato de que alguna vez también me espiaste..
¿Qué viste? ¿Qué viste? No sabés.
Por eso yo me mudo lejos, la cuadra se queda sin pajero
y la gente es tan impredecible (sobre todo cuando yo la quiero)

Me mudé a una ciudad distinta, la gente habla con tonadita
pero en una bocacalle me encuentro a la misma corchea de antes
y ya no sé si es que el mundo es un pañuelo o es que vos sos demasiado grande.

viernes, 29 de mayo de 2009

¿Sabés qué me tiene las bolas al plato? El faso.

Estoy harto de esta droga (si, droga, dije droga hablando del faso y no soy de derecha) y su status de droga social y no solo social, sino que también rompe-hielos en cuanto a las relaciones humanas. Se la sumerge en un agua de aceptación absoluta y noto que en casos se la considera hasta salvadora. No lo puedo entender, simplemente no entiendo qué carajo tiene de bueno. No entiendo cómo puede haber gente que fuma hace años y años y se siguen cagando de risa, no se aburre. No entiendo a la gente que busca y se inventa nuevas maneras de fumar.
"UHH BOLUUUUDO ME DI CUENTA QUE.. si fumás haciendo la vertical quedás DEL ORTO"
No entiendo a la gente que considera que cualquier actividad se vuelve más divertida con faso de por medio, ni tampoco cuál es la puta fijación con el efecto que causa. ¿Qué tanto puede anhelar la humanidad el hecho de tener los ojos rojos, el ritmo cardíaco más lento, cara de boludo y considerar cualquier cosa graciosa, o colgarse mirando algún objeto con la cara semi dormida? ¿Tanto le cuesta a la persona promedio reírse por algo de su propia invención o proveniente de la ocurrencia de sus allegados? ¿Tan poca imaginación hay? ¿Tantos amigos de mierda y para nada graciosos tienen todos? ¿No se quedan con la duda cuando vuelven todos fumados de haber tenido una conversación que consideraron RE PROFUNDA, si en realidad solo estuvieron hablando pelotudeces? Quizás lo bueno del faso es que nivela la capacidad de razón y los lapsos de atención de la gente hacia abajo, y eso une. Une porque es más fácil entenderse (o creer que se están entendiendo entre sí) desde un estado de simpática boludez, que de uno de total lucidez. Todos somos amigos o novios o amantes o socios o hermanos con faso. Total no tenemos nada en común, SALVO EL FASO BWUEAAAA AMEGO vamo fumá vamo fumá. Qué suerte, ojalá yo vendiera algo en lo que TODA la gente está de acuerdo con consumir y se sientan unidas por eso, me llenaría de plata. Les da igual, no entiendo. Yo estudié un par de carreras que podemos considerar artísticas (aunque la segunda es tecnológica aparte de artística) y sigo sin entenderlo... al parecer en dichas carreras sos copado si vas loco a las clases, total es algo artístico (?) seguro que hasta mejora tu rendimiento. Tal vez sea porque LIMÁS o FLASHEÁS. Hijos de puta, hablen bien. Yo no flasheo, no soy una cámara. Tampoco limo salvo cuando tengo las uñas de los pies medio crotas porque el alicate me las dejó irregulares.
Ah, y además, ese cuelgue "entrañable" que supuestamente tienen algunas personas. Dios mio ¿No les jode estar en una situación en la que como seres adolescentes o jóvenes adultos quedaron de encontrarse con alguien seriamente a una hora y el otro llega 40 minutos tarde? "Perdoname, fumamos con tal y re colguéee" No se, expliquen el chiste así en una de esas caigo con un ramón para convidar y soy amigo de todos y nos cagamos de risa, pero lamentablemente ya ni siquiera verlos hablar boludeces de fumados que no entiendo me entretiene. Me parece una droga boluda y un atajo frente al simple hecho de usar el pensamiento lateral para generar uds. solos sin ayuda, un concepto que pueda ser gracioso o interesante y a la vez alejado del pensamiento coloquial. Me jode además que el hecho de pensar alejado del pensamiento coloquial ya esté hegemonizado en la percepción de la gente por el faso o la pepa o lo que mierda sea, la gente no me cree que NO fumo. ¿Por qué? Porque dicen que limo (?) y si limo... la debo estar flasheando con algo.

Qué hijos de puta. Qué poco interesantes, poco pensantes, y poco ocurrentes hijos de puta.

domingo, 10 de mayo de 2009

Mejor no deposito sobre tus hombros de alambrecito

Si tomamos a mucha gente con un saber acotado o con ideas poco expeditivas, y le decimos que haga LO QUE QUIERA, LO QUE SE LE OCURRA el resultado puede ser bastante decepcionante, o bien podemos tener a mucha gente haciendo maldades al mismo tiempo. Es que casi no hay que pensar o ser tocado por una varita de nada para saber hacer maldades. Las saben hacer los abuelos, los mecánicos, los astronautas, los veterinarios, lo yos y los vos. Ofrecerle absoluta libertad de acción a un grupo de mentes poco creativas puede desembocar en, gente que no te sorprende demasiado porque utiliza la libertad solamente por 10 segundos hasta encontrar algo que se sienta seguro y decide más o menos seguir correteando por ahí, por esos terrenos, solo que claro, con la premisa de la libertad. Casi como alguien que duerme encadenado a un árbol, que mientras dormía, vos viniste y lo desencadenaste. A la mañana notan que están sueltos, se paran, miran alrededor al campo abierto y dicen "ja" antes de volver a sentarse junto al árbol
Vengo de hablar con alguien acerca de un asado. Un asado al que asistiría gente especial, gente especial que supe recopilar, que cualquiera haya sabido recopilar porque sería este asado un concepto universal. Gente que te invita a su casa a dormir, gente demente que no es igual a la jiponada de acá, gente que vive en la pobreza y nadie hace nada porque a nadie le interesa, etc. GENTE. Personas mejor dicho. Si tu vida se termina hoy no sabés qué gente iría, no sabés porque anteayer hubieses ido gustosamente a Vietnam junto a Pochi, Ropi, Juani o Porongui, pero hoy ellos (sobre todo Ropi) han demostrado no haber escuchado esa canción de los cebollitas que decía que un amigo es el que te hace pata, el que pone el pecho y para las balas. Mejor no deposito sobre tus hombros de alambrecito, porque se doblan. Mejor prevengo y no creo, que los Pochis o Ropis o Juanis o Poronguis del futuro vayan a vivir a la altura de lo que uno espera partiendo desde sus propios parámetros de integridad y valores. Mejor no deposito sobre tus hombros de alambrecito, Anacleta amada (creo que si, creo que te amo Anacleta), porque se doblan, el momento que tú esbozas algunas palabras que refutan lo que en torno a tí yo creé. Que quede establecido que es mi culpa, que yo hice este mundo que te gustaba, en el que intercambiábamos sinónimos de "persona que no me puede faltar" hasta que me intentaste convencer de que me debes faltar porque se había terminado la semana de dar. Se vienen terminando mucho las semanas de dar. Se terminó mi semana de dar dos mangos por lo que pueda decidir en su insano juicio mucha gente, gente que se queda sin asado, gente que prefiere verdura pero bien que la carne en barra la ve con buenos ojos. No terminan aún del todo las semanas de Anacleta en mi mente, de recopilar coincidencias entre mi vida y la de ella (las quiero hacer motivos para que retomemos alguna cercanía?) "Oh Anacleta, crecimos a dos cuadras el uno del otro y nunca nos cruzamos" "Oh Anacleta, nuestros abuelos murieron con un dia de diferencia" soy una máquina de archivar estas coincidencias, estadísticas, soy el Juan Pablo Varsky del amor hacia Anacleta, pero Anacleta no tiene por qué vivir a la altura de estas ideas, no tiene por qué calzarse la casaca de "persona que no me puede faltar" aunque hayamos acordado juntos que las mandábamos a hacer, Anacleta no tiene por qué querer asistir a mi asado del fin de los tiempos, Anacleta puede que tenga otra cosa que hacer y que incluyan a las achuras y chorizos y morcillas de otros, cuyos asados del fin de los tiempos tampoco acabará por visitar. Mejor no deposito sobre tus hombros de alambrecito, solo estás leyendo esto. No tenés la culpa realmente, que quede establecido que la tengo yo. Yo creé este mundo.