miércoles, 2 de mayo de 2007

Detectives

Una silueta corre a la otra en círculos alrededor del escritorio. Algo muy grave ha pasado evidentemente, pero detrás del vidrio que reza "Robert Padmann & Johnny Reinwein - Detectives Privados" todavía no sabemos nada con certeza nosotros los terceros -Hola, como le va? -Muy bien, fue ud. tambien atraído por el ruido? -Sí, asi fue. En todos los años en mi cubículo al final del pasillo nunca había escuchado tanto alboroto.
Hablando de Roma, un fichero causante de un sonido atronador es derribado de un golpe, seguido por una caravana de improperios por parte de uno de los detectives y el eco considerable por parte del otro, que no pretendía quedarse atrás. ¿Se daría a conocer la causa de tal conflicto?
-¡Y cuando te marches dile a la cualquiera de Molly que ia no quiero verla!
-Haz lo que quieras, idiota. Io tampoco la veré.
-¿¿Me estás diciendo que mi matrimonio fue decapitado por un simple affair??
-Tu matrimonio estaba en decadencia y tu lo sabes bien Ioni... esto no fue la causa, fue solo un síntoma.
-¡Creí que eras mi amigo Bobby! ¡Hubiese preferido morir baleado en un caso que seguir viviendo de esta manera y espero que lo sepas! Mi propia esposa, cómo pudiste acostarte con eia?! No Pensaste acaso en lo que io..?
-Pensé en todo, acaso crees que no? ¿Qué habrias hecho tu si una hembra candente se acercaba a tí a pedirte consuelo porque su esposo, aún teniendo la misma profesión que tu, no encuentra el momento para ir a su hogar a hacerla sentir como una mujer?
-¡No quiero escucharlo, no quiero escucharlo! Lárgate de aquí y iévate tus cosas, infeliz!
-Me iré, nunca volverás a verme..

¡Está saliendo! Inmediata adopción de una postura casual frente a los eventos (silbido.. silbido..) Acudir brevemente al bidón de agua para un dedal que calme la ficticia sed, mientras la puerta se cierra detrás del detective en plena ruptura de su sociedad. Su talón -utilizado para cerrar la puerta de un golpe- jamás olvidará la madera que hoy abandona en el portazo, mientras sus manos llevan las pertenencias que marcaron esos seis años.
Breve pausa. Dubitativa. El detective, nosotros los terceros, el plástico dedal de agua, su talón. Efectúa una media vuelta para nuestro asombro y se dirige nuevamente hacia adentro.
Adentro, la parte superior del sombrero de su socio apunta directamente hacia nuestros ojos, indicando que el devastado y corneado detective no dejó de mirar el suelo desde el portazo. Lentamente alza la cabeza, hacia su ex-socio ex-amigo, y hacia el vidrio a través del cual observamos.
-¿Por qué demonios volviste?
- ...
- ...
Tensión acumulada, las moscas se electrocutan al pasar entre los ojos de ambos detectives, con sus miradas cruzadas en un soslayo tal que ni el más hábil guionista de radioteatro sería capaz de idear... Una boca se abre parcialmente. Palabras serán pronunciadas y... Y... YYYYYY...
-Me olvidé una gilada.

1 comentario:

Roberto Bernasconi dijo...

Johnny "Tuzzio" Reinwein.

Aclaro que no todos los Robertos somos picanucas.

Pero hacemos honrosas excepciones.