miércoles, 14 de mayo de 2008

Itinerario (Y la hermosa abundancia de una heladera surtida)


White light/White cheese. Abro la heladera y eso veo, en una inmensidad de víveres causantes de alegría y llenitud, haciendo que la panza de mi corazón rebose por esa simple imagen, la contraria a los estantes frescos y vacíos, con un frasco solitario de aceitunas ahí cagándose de angustia. Oh, y ahora que desembarcaron todas estas cosas de sus bolsas de supermercado para anclar detrás de la puerta que apaga la luz una vez cerrada, yo te puedo contar cosas aunque vos no te enteres que te las cuento.
No te tengo que hablar. Despues de todo quién me manda a ponerles la mesa para tomar el té a los fantasmas del pasado? Y a cuidarlos y a observarlos con amor mientras levantan su dedo meñique al sorber. Hasta donde yo se, lo mejor para el mundo será que no escuches mi voz. Escuchá la voz de quien elegiste, que después de todo es tu apuesta. Pondría dispositivos en mis discos para que mi voz escape, al momento en que oprimas play para recurrir a un poquito de mí en un día en el que te abrume tu presente de comodidad no-del-todo-feliz-pero-cómoda-al-fin. Verás, estoy planeando un viaje porque la presencia de todos nosotros juntos en la misma ciudad me inspira a irme del país. He aquí mi itinerario y comienza el dia del 5to aniversario de la muerte de Elliott Smith, en el que partiremos mi amigo Pacheco y yo a través de los cielos a bordo de una baguette de pan, con un cargamento de kimonos y artículos protectores para situaciones de golpiza. Tras dos dias de pacífica estadía en Fuchsia city, en la que nos infiltraremos en alguna fiesta privada, seremos gentilmente acompañados a la salida. La emoción de ser parias en un contexto ve i pé.
Ataviado en una bolsa de arpillera con la leyenda "Sara goza en Zaragoza" y junto a mi amigo artista marcial, zarparé en una embarcación hasta Ciudad Viridian, mas precisamente a la meseta Indigo, que será testigo de arduas hazañas y tal vez la coronación de un nuevo ídolo absoluto inclusive. Airosos o no, saldremos a recorrer las aldeas en las que espectáculos y ferias han sido montadas. Ratones y perros parlanchines correrán por doquier escapando de nuestros pedidos de autógrafos, y la piel de nuestros rostros se elongará por el viento al caer en picada a toda velocidad sentados sobre carritos en rieles de acero torcido.
Luego de que se dispersen los portadores de sonrisas, tendremos muy poco tiempo para abordar el tranvía que nos lleve hasta Saffron, donde todo crece verticalmente y nunca horizontal. Los edificios y corporaciones se rien de los monumentos mas poronga y miles de cilindros plásticos inflados se golpean entre sí al tiempo que una pelota naranja atraviesa el aro. Por las noches, desconocidos en nuestro albergue abrirán sus bocas de enormes y cuadradas muelas, para crear música de marimbas con simples impactos de palitos chinos del deli de la esquina. Caeremos dormidos con nieve en el cerebro y así de súbita será mi manera de despertar, en la incertidumbre absoluta. Viajé? A algún lado debo haber ido para haber regresado con algo que antes aquí (en mí) no existía. La frialdad, la nieve mental, para hoy verte, y que me des igual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como una de las únicas personas que comentaron algo sobre en mi blog sobre bright eyes, es mi deber informar que conor oberst va a estar tocando en la trastienda el 19 de julio.
por si no estabas al tanto.
nada mas
un saludo